Nunca antes me había dado por la
fantasía pero llevaba algún tiempo buscando algún libro que me acercase a este género para conocerlo un poco mejor y
que no fuese "El Señor de los Anillos", por ello, estando en el Reino Unido, me fui un día a un
Waterstone's y elegí una triología que parecía interesante. Se trataba de una edición de
Orbit Fantasy y en la contraportada del primero de los libros decía así:
"
En lo más profundo del folklore de Tallinor, subyace una oscura historia de traición y destrucción: La historia de un poderoso 'sentient'(*) llamado Orlac que una vez arrasó la afamada ciudad de Caremboche, y casi destruye la Tierra entera..."
(*) En este contexto, persona con poderes mágicos.
Esa es la sinopsis general de la historia. A continuación se nos pasa a describir la trama de la primera parte de esta triología, la cual simplemente se llama
Trinity (La Trinidad). Así de sencillo. Y las partes que la componen son:
Betrayal (Traición),
Revange (Venganza) y
Destiny (Destino). Su autora es una británica afincada en Australia y se llama
Fiona McIntosh.
Parece que por el nombre, la triología no dice mucho ¿verdad?
Bien, paso a explicar, de una manera más compleja, de que va el asunto:
De la ciudad antes mencionad
a,
Caremboche, ya no queda más que su sombra. Caremboche vendría a ser una especie de Alejandría antigua en un mundo inventado, en un país imaginario llamado
Tallinor. Hace mucho que fue destruída pero ya no quedan vestigios de la desgracia, tan solo una leyenda que ha desdibujado mucho la verdadera historia y una persecución feroz contra todos los
sentients del reino llevada a cabo por una durísima y cruel Inquisición, dirigida por un tal
Almyd Goth (una especie de Torquemada), que no duda en torturar y asesinar sin piedad a los pobres perseguidos con la excusa de que son peligrosos y de que pueden volver a causar daños terribles al reino. No obstante, el poder que poseen estos individuos, conocido como
wild magic (magia salvaje), en realidad es mínimo y tan solo constituye la huella genética de algo mayor perdido con el paso de las generaciones, por lo que no supone ninguna amenaza real.
Pero en un pueblo del sur del país se esconde un aprendiz de escriba mucho más poderoso que cualquier otro
sentient conocido y que resulda ser el
Elegido: Se llama
Torkyn Gynt y tiene que
encontrar a la Trinidad y salvar al mundo de algo que no sabe ni de qué se trata. Un físico de la Corte llamado
Merkhund lo encontrará, lo adiestrará y lo separará intencionadamente de su enamorada
Alyssandra Qyn, una joven que tampoco es lo que parece...
Este es el principio de la historia, una historia donde ambos jóvenes emprenden un complicado viaje iniciático en el cual les queda mucho camino por recorrer.
Sin embargo, lo que más me ha gustado de esta triología no es nada de lo que he contado hasta ahora, sino la complejidad de la sociedad que ha recreado la autora -con
su propio Olimpo de dioses incluido- y la
ausencia de batallas. Sí, ausencia, digo bien. Porque en lugar de ser una historia donde la acción transcurre en medio de un campo de batalla mágico, ésta está conformada por una serie de acontecimientos y sucesos que nos van desvelando página a página y libro a libro la verdad que se oculta detrás la leyenda y la complejidad que he mencionado más arriba. No son guerras lo que caracteriza a esta triología, sino la intriga constante, la odisea de los personajes -que van aumentando considerablemente según avanza la trama- y el deseo irremediable de descubrir el
por qué y el
cómo. Además,
McIntosh no deja ni a nadie ni nada descolgado, todos están allí por algo y todo sucede por algún motivo. Asimismo, sabe como darle varias vueltas de tuerca a la historia, lo que resulta brillante en el inesperado final de
Betrayal, la primera parte y que, para mi gusto, es la mejor.
Si os gusta la fantasía (o queréis animaros a porbarla) y tenéis la oportunidad de ir al Reino Unido o a Australia o de comprarlo por
Amazon, no lo dudéis. A mí al menos me ha encantado. El único problema es que hay que atreverse a leerlo en inglés, porque no existe por el momento una traducción al castellano... que yo sepa.