sábado, 31 de enero de 2009
¡mi entrevista publicada!
Además, no podía dejar pasar este momento de autobombo y autopromoción en mi blog. Yo me lo guiso y yo me lo como, como Juan Palomo. ;-P
(Por cierto, que la revista está muy bien hecha para ser una publicación gratuita dirigida a universitarios).
Si queréis leerla (que espero que sí), pinchad aquí.
domingo, 25 de enero de 2009
Clásicos del cine español: "La Caza" de Carlos Saura
Tres buenos amigos, José, Paco y Luis van a a pasar un día de caza. En principio parece que vaya a ser un día normal, pero pronto descubrimos que hay tensiones ocultas entre ellos y que vienen de largo, que acabarán explotando como un polvorín.
Para más inri, la intensa jornada cinegética se ve acompañada de alcohol y calor, mucho calor. De ese calor asfixiante de los páramos más secos de Castilla. Ante tal situación, obviamente, el autocontrol no puede durar mucho y lo que parecía una relación sincera y normal entre un grupo de amigos, se acaba convirtiendo en el preludio de una masacre anunciada.
Lo peor de todo es que uno sabe que eso va a ocurrir, pero no acaba de ver que llegue el momento, así que la tensión va in crescendo durante toda la película... y te asfixia. Te asfixia tal y como lo hace el calor en los campos de Castilla.
Y ahora viene la reflexión femenina (y feminista) de la película:
¡Hombres!, Pobres diablos... Dadles alcohol y armas y pedidles que den una muestra de virilidad. Esto es lo que obtendréis (las mujeres somos más de venenos y sangre fría). No hace falta decir que la Humanidad se ha movido hasta hace muy poco -y yo diría que sigue- mediante valores patriarcales (y no voy a ponerme a hacer símiles entre la escopeta y el falo).
Dicho esto, lo que más me intriga es el cuarto personaje: el joven cuñado de Paco, Quique, que consigue escapar en todo momento de de locura. ¿Quizás una esperanza de que otro mundo es posible?
Por cierto, antes de que se me olvide: los primeros planos de los actores mirando a cámara... de lo mejorcito. Y los primeros planos en general, también:
(Enlace a IMDB, aquí)
viernes, 16 de enero de 2009
Dalí en casa
Conocido popularmente como 'los relojes blandos' es la primera vez que el lienzo se expondrá en España desde su salida en 1931. Se podrá visitar hasta el 18 de marzo
(La Vanguardia, 16/01/2009)
jueves, 15 de enero de 2009
Una imagen vale más que mil palabras...
... Y ésta demuestra el cabreo del personal:
(The Independent / AFP)
jueves, 8 de enero de 2009
No alquiles un piso en el Reino Unido (ni en ninguna parte) por Internet si...
Et cétera, et cétera, et cétera...
Aquí, un pequeño ejemplo de lo que es el cuarto de baño (y no representa ni una décima parte de la realidad):
Esto es del techo, la de abajo corresponde a la bañera:
En fin, éste es el panorama con el que nos hemos encontrado nada más llegar a Durham. Gracias a Dios, yo no me quedo, pero quienes se ven obligados a tener que vivir aquí lo pasan realmente mal. Aún no me he duchado. Lo voy a intentar hoy, pero no sé si voy a logarlo sin vomitar antes. Mi gran dilema es que no sé hasta qué punto no lavarse puede llegar a resultar más higiénico. En fin, creo que a pesar del asco no me va a quedar más remdio que tragarme mis escrúpulos.
Ayer llegó otra chica nueva, una india. A ver cuánto dura. El dueño la tuvo esperando una hora delante de la puerta de la casa, ya de noche y a una temperatura de unos cero grados, antes de acudir a la cita. La anterior fémina que hubo, por lo visto, también se fue antes de Navidad.
Como en nuestro caso, el landlord llegó en su flamante Mercedes, aunque esta vez venía bien vestido pues no acababa de salir del gimnasio.
Qué gran país es el Reino Unido. Solo una sociedad como la británica puede presentar una dualidad tan marcada, tan Jekyll y tan Hyde, entre lords sobrios con bombín de los del té a las cinco (he visto uno, lo juro) y chavs y neds -los chavs escoceses- a lo Vicky Pollard, que han alcanzado el máximo nivel posible de alcoholismo. Eso sin contar con el amplio abanico de clase media donde entran todo tipo de edades, razas, religiones, costumbres y grados de cordura.
Eso sí, todo ello cubierto de un cierto matiz literario. Hasta el moho.