
En agosto, hasta los músicos del metro están de vacaciones...
VERBA VOLANT, SCRIPTA MANENT (Blog sobre literatura, televisión, actualidad, cine, música y culturilla general)
al; donde la catalanofobia se ha convertido en una xenofobia sutil y amplimente aceptada; donde el toro se ha transformado en una estúpida seña de orgullo nacional mientras que se le sigue torturando en las plazas; donde la Monarquía se considera un adelanto y la República un atraso; donde los nuevos dioses cobran cantidades vegonzosas y vergonzantes de dinero cuando los ficha un nuevo equipo de fútbol; donde la Iglesia Católica, supuestamente al lado de los niños, echa la vista gorda ante los abusos de sus curas; donde esta misma Iglesia ataca a las mujeres por luchar por sus derechos y a las familias, a las que dice defender, si éstas se atreven a sacar los pies del tiesto heterosexual, tradicional y Ppero (*); donde las víctimas son de primera, de segunda, de tercera o de cuarta categoría dependiendo de si han muerto en un atentado de determinado grupo terrorista, de otros grupos terrositas, de accidentes de avión o de acidentes en la carretera; donde lo único importante es el pan y circo; donde los noticieros de la televisión viven de sucesos y fútbol; donde la mentira es el pan nuestro de cada día; donde los grupos de neonazis se pasean tan campantes por las calles sin apenas represalias policiales; donde unos son santos y otros son demonios; donde no existe el mismo rasero; donde siempre la pagan los más pobres y débiles mientras que los ricos se salen con la suya; donde se explota a los becarios aunque estén licenciados y ya tengan "los cojones negros"; donde la investigación científica se valora poco y la cultura todavía menos; donde no importa saber escribir bien o el interés por los libros; donde se critica el cine propio no por lo que es, sino por lo que no es; donde sus habitantes hablan fatal otros idiomas extranjeros y, a veces, hasta alardean de ello; donde las políticas sociales están a la cola de Europa; donde los jóvenes no se pueden independizar hasta los treinta y pico y reproducirse hasta los treintaitantos; donde la especulación se ha comido las costas sin piedad y los responsables no han sido castigados y donde dicha especulación calcina hectáreas y hectáreas de naturaleza cada año; donde el precio de los pisos, aunque baje, nunca será proporcional a los ingresos de las personas que los pagan y donde dichos ingresos nunca van a subir lo suficiente para compensarlo. Un país en el cual, en definitiva, apesta vivir si no fuera por algunos de los pocos placeres que a veces nos provoca y que hacen que cuando estás lejos, eches de menos el suelo de esta tierra llamada España: Se trata del jamón.