Yo no había caído en ello hasta que vine al Reino Unido y ví la gran cantidad de audiolibros que se venden en las tiendas. La palabra "audiolibro" o "audiobook" me sonaba completamente desconocida antes de llegar aquí. Tenía una vaga idea de qué sería y para qué serviría, digamos, "El Señor de los Anillos" en edición CD. De hecho, al principio pensaba que era algo exclusivo para niños y que solo se hacía con los libros infantiles.
Pero no. Resulta que al llegar aquí me he dado cuenta que, probablemente, el principal objetivo -aunque no único- de los audiolibros es que esa misma ficción que se vende todos los días en las tiendas (o que se presta en las bibliotecas) y de la que disfrutamos la mayoría de la gente, es, simplemente, conseguir que llegue a las personas ciegas o con graves problemas de visibilidad. Tal y como nos llega a nosotros; con la misma facilidad. Desde luego cuesta mucho menos dinero y esfuerzo que hacer un libro en braille y no necesita que su público sepa interpretarlo. Es sencillo y práctico, y además multiusos: apto para niños y fans.
Así que, a ver si nos espabilamos un poquito nosotros, e intentamos mejorar el ránking.
1 comentario:
Pues que cunda el ejemplo, pero en la Casa del Libro de Madrid ya he visto muchos títulos publicados como audio-libros, lo que pasa que todavía no son suficientes. Supongo.
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