martes, 1 de julio de 2008

American TV, Part II

Un día, de madrugada, estábamos viendo en casa un capítulo que nos habíamos grabado de South Park en el cual Eric Cartman se convertía en el delegado del pasillo del colegio, imponiendo ley y orden a su manera, cuando, de golpe, el crío más maquiavélico y retorcido de la escuela de educación primaria de South Park permutó en ÉL. "¿Y quién es ÉL?", se preguntarán ustedes. Pues ni más ni menos que el increíble, indomable, valeroso, fascinante y único Guardián de la Ley en el estado de Hawaii: Duane Chapamn. O lo que es lo mismo, "Dog, the Bounty Hunter" ("Perro, el Cazador de Recompensas").

Sí, Sres. Dog, the Bounty Hunter es un personaje único de la televisión americana. Nacido en el sur de Estados Unidos, por lo visto Dog presume de tener sangre de american natives, que se dice en yanqui, corriendo por sus venas. Y eso que se le ve caucásico puro y duro por los cuatro costados. Incluso, diría yo, con el característico color "tostado red neck" de sureño americano.

Nuestro amigo Dog, además, es un semental. Un pura sangre del que las jamelgas se quedan colgadas sin respiración. Así lo demuestra su numerosa y amplísima familia, a la que también le gusta salir de caza con él, y cuyos miembros son de todas las edades. Todos ellos, desde esposa y ex-esposas pasando por los hijos, se dedican -y se dedicarán- a la noble profesión de perseguir criminales y drogadictos, putas y camellos, pobres y desgraciados. Y como los Hunter son, además, de corazón noble y buena Fe, intentan iluminar a sus perseguidos mientras les ponen las esposas.

Además, Dog, al igual que que su admirado y elogiado presidente, George W. Bush, también ha visto a Dios.

Por lo visto nuestro amigo no solía llevar una buena vida, que digamos, años ha. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, según parece, redescubrió las enseñanzas de la Biblia y finalmente el hijo pródigo regresó, enderezado, con el resto del rebaño por el camino recto. Al igual que George. De hecho, tiene un retrato de su maestro y amigo en el despacho. El mismo despacho donde planea sus cacerías. Sonriente -con esa mueca de imbécil que le caracteriza-, George W. Bush saluda al espectador desde el marco colgado en la pared del despacho de Dog.

Ahora Dog, además, es un firme defensor de la ley. Amigo de sus amigos, padre y esposo. Y por si fuera poco, comprensivo, amable y dialogante con los delicuentes como un padre lo es con el hijo descarriado.

¡Que viva el sueño americano!

1 comentario:

ennombredelarosa dijo...

Pues en Espàña no estamos libres de algo similar. Han estrenado una serie en Quatro, que no recuerdo el nombre, pero va de un juez que por las noches se dedica a matar a aquellos que siendo malos con la sociedad, han salido libres gracias a la justicia. Viene de los Usa, claro.