Es extraño. Recuerdo haber odiado de toda la vida el color rosa. Desde que era bien pequeña y sin ninguna razón aparente (no creo que a tan temprana edad tuviera ideas feministas ni nada parecido). Siempre me ha parecido un color de lo más cursi y prefería el azul de los niños. Paradójicamente, también desde siempre me ha encantado el morado, que viene a ser más o menos lo mismo que el rosa. O al menos entraría en el equipo de los "colores demasiado cantosos a la par que cursis". No obstante, por fin estoy empezando a superar esa especie de odio irracional hacia el rosa y ahora tengo algunas prendas de ese color en mi armario -aunque eso sí, se pueden contar con los dedos de una mano- y no solo eso... ¡hasta tengo un blog con el fondo rosa!
Bueno, quizás porque no es exactamente rosa, sino más bien fucsia, y por algún otro motivo aún más extraño el fucsia siempre me ha gustado. Quizás por ser el hermano antagónico del color más pastelero y ñoño de la naturaleza.¿Somos raros los humanos, verdad?
2 comentarios:
También tienes una rosa a la derecha...
Aaaaaaaaaaahhhh-miga... ¡pero no es de color rosa!
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