lunes, 26 de mayo de 2008

Mafalda







domingo, 25 de mayo de 2008

Uribarri, Ecce Homo! (y otras eurotribulaciones)

Por suerte o por desgracia he venido a pasar estos eurovisivos días a España y, como no, me he tragado de pleno a Chikilicuatre y compañía. Al principio no quería saber nada pero finalmente no pude evitar el morbo de verlo actuar en directo ni tampoco perderme lo mejor del festival: las votaciones.

Pero me alegro de haberlo visto sólo por una cosa, o mejor dicho, por una persona: Ecce Homo, José Luis Uribarri. Qué hombre, qué portento. Si le dieran un euro por cada vez que acierta en las votaciones sería millonario. Luego lo justifica diciendo "es que son muchos años, señores...". Desde luego, la experiencia es un grado. Ayer me reí todo lo que quise y más con comentarios como éste: "¡¡¡cuatro puntos para España!!!, ¡¡¡graciaaaaas!!!" o "10 a Bosnia y 12 a Serbia, venga, venga... ¡venga!, ¡¡¡hazme feliz!!!, ¡¡¡síííí!!!" ¡y el tío las acertaba todas!, ¡como las quinielas! Personalmente, creo que tendrían que darle un cargo en la Unión Europea o algo así porque este tipo sabe más de cómo funciona Europa que muchos políticos.

Aunque lo mejor de todo no son sus satíricos y jocosos comentarios, sino el tonillo de fan despechado que emplea cada vez que narra las votaciones. Es como si dijera "ya que no vamos a ganar, visto lo visto, a ver si acierto cuantas más quinielas mejor para mi propia satisfacción personal". Esa mezcla entre hartazgo, humor, ironía y tristeza me fascinan. Sólo alguien como él se lo puede tomar tan en serio... bueno, él y algunas otras extrañas excepciones de este país que todavía se toman a pecho todo aquello y viven y vivirán siempre con la nostalgia del La, La, La... Quizás sea por diferencias generaciones, pero tanto lloriqueo por los tiempos pasados me resulta más que casposo. Menos mal que al Sr. Urribarri todavía le queda mucho tiempo de ironías eurovisvias porque el día que este hombre deje de narrar el festival, se morirá de pena.... y ya nada será lo mismo.

Por otra parte, no quería despedirme sin poner un enlace a la que, en mi opinión, ha sido la mejor canción de este año y, desgraciadamente, la peor parada (¡peor que España!): la del Reino Unido (don't worry, Britons. Maybe next time...):



Ni tampoco al estridente pavo de Irlanda, que el pobre no llegó a la final (the best eurosong ever!):

Dustin, The Turkey

sábado, 24 de mayo de 2008

El típico blog de siempre sobre los mismos temas de siempre... (todavía es pronto para innovar).

Como siempre me ha gustado pasar desapercibida he decidido incluir una entrada típica sobre un tema típico: mi propia opinión sobre la novela "EL Niño con el Pijama de Rayas". Para qué voy a ser menos.

¿Es bueno saber de qué trata la historia de "El Niño con el Pijama de Rayas" (John Boyne; The Boy in the Striped Pyjamas; Ediciones Salamandra, 2007)? Sinceramente yo pienso que no. He leído por ahí que no importa saber de qué trata pero yo creo que el factor sorpresa no sólo es importante, sino que es imprescindible. Disfrutas mucho más de su lectura si vas decubriendo poco a poco quiénes son los personajes y de qué va la trama, que no es precisamente complicada. Sí que es verdad que a partir del segundo capítulo, más o menos, ya supones de qué va el tema y luego, además, tus sospechas se van confirmando sin demasiadas sorpresas. En mi opinión, esto hace que precisamente por ello sea mucho más importante mantener el factor sorpresa del principio. Digamos que es de esas historias que tienen una magia especial, pero es una magia que les viene más por la forma que por el contenido.

Esto también tiene mucho que ver con que está muy bien escrito. Con esto me refiero a que la redacción en sí misma, independientemente del argumento, está muy bien hecha. Me encanta cómo el autor utiliza el lenguaje, con oraciones sencillas y frases hechas, párrafos breves y coletillas. Quizás sea porque el libro está básicamente enfocado al público infantil (ojo, infantil pero con cierta edad... por lo menos para mayores de 8 o 9 años) pero leyéndolo uno se da cuenta que no hace falta escribir frases complicadas con grandes parrafadas y florituras para llegar al lector. Ni siquiera el lector adulto. A veces el lenguaje sencillo es mucho más cercano y rotundo y eso es lo que más valoro de este libro. No se, quizás debería plantearme si mi problema es que no he madurado lo suficiente pero, sinceramente, no creo que ese sea mi caso.

Eso sí, debo decir que no me ha gustado el final... no porque sea malo, al contrario. Pero es que acaba muy bruscamente, muy inesperado y sobre todo en comparación con el ritmo del resto de la historia, y claro, no te da tiempo a asimilarlo. Parece que el autor hubiera llegado a un punto en el que de repente hubiera pensado: "Dios mío, me está quedando muy larga, mejor acorto ya". Y punto, sanseacabó. The End. Por eso, cuando llegas a la última línea del último párrafo de la última hoja, piensas: "¿ya está?, ¿esto es todo?". Pues sí, eso es todo, amigos. No da para más. Ni mi entrada tampoco.
Saludos afectuosos.

martes, 20 de mayo de 2008

¡Nuevo número de la Transversal!


Efectivamente. Ha pasado un año, ¡un año!, pero al final, tras este brevísimo lapso de tiempo ha salido el nuevo número (de momento sólo en formato on-line) de esta nuestra estimada revista: Tranversal, la revista de geografia per als futurs geògrafs. Y es que finalmente siempre resucitamos. Este número es doble (7-8) y cuenta, como siempre, con las aportaciones cintíficas de los alumnos de la Universitat de Barcelona, además de la ya habitual miscelánea con recomendaciones geo-culturales, entrevista, agenda, etc. Además, como somos internacionales, en esta ocasión hemos incluido no uno, no, sino DOS artículos en inglés (¡uohhhh!).

martes, 13 de mayo de 2008

Lluvias en Escocia, también para la política

Ayer mandé mi cuarta crónica a La Vanguardia on-line como "lectora corresponsal". Trata sobre la situación política actual de Escocia. Aunque se puede mirar aquí el enlace a la crónica, también pongo un corta y pega de la misma (la imagen pertenece a una viñeta cómica publicada el 11/05/08 en el periódico Scotland on Sunday, la versión dominical del Scotsman):

"Quién le iba a decir a Wendy Alexander, la líder del Partido Laborista de Escocia, que su airado "bring it on!" ("¡adelante con ello!") se convertiría en una coletilla recurrente entre la prensa y los comentaristas políticos escoceses. Y es que tales palabras fueron las que pronunció el pasado 4 de mayo esta dirigente de Glasgow en una entrevista televisiva en referencia al referéndum de autodeterminación previsto para el año 2010. Proyecto que el primer ministro de Escocia, Alex Salmond –del partido nacionalista SNP-, planteó en el Parlamento de Edimburgo cuando llegó al poder hace escasamente un año.

Por esta razón, desde hace poco más de una semana ha llovido mucho aquí en Escocia (nunca mejor dicho). O quizás sea más acertado decir que ha habido tormenta. La primera en recibir los relámpagos de la indignación ha sido la propia Alexander, que ya ha recibido críticas desde todos los sectores y especialmente desde dentro de su propio partido. Empeñada en demostrar que un referéndum sobre este asunto sólo traería como consecuencia la reafirmación del sentimiento unionista de los escoceses, su "adelante con ello" parece ser más bien un pulso que le ha querido echar a Salmond y que, de momento, no le está saliendo del todo bien. Pero la cuestión fundamental que subyace en este tema no es que Wendy Alexander haya traicionado la ideología del partido o que haya abierto la caja de Pandora poniendo en peligro la integridad territorial del Reino Unido (que también), sino en el cómo lo ha hecho: Los británicos en general, sean ingleses o escoceses, tienen en común la importancia que le otorgan a las formas y precisamente es esta línea la que la Sra. Alexander ha sobrepasado. Por lo visto no tuvo en cuenta lo que podían pensar sus colegas del parlamento británico de Westminster y además afirmó que contaba con el apoyo de Gordon Brown para este asunto. Sin embargo, el propio Brown –que ha sido amigo, protector y mentor de Alexander durante años- ha negado rotundamente haber respaldado su propuesta. Por su parte, el Partido Laborista ya ha oído los truenos y sobre él están empezando a caer las primeras gotas de la tempestad. Por si no fuera suficiente con el reciente fracaso en las municipales de Inglaterra y Gales, el affair Alexander no está ayudando nada a fomentar la credibilidad del partido. No obstante, el peor parado de todos está siendo el propio Primer Ministro del Reino Unido, Gordon Brown, quien no solamente ha pasado ya por estas dos fases de la tormenta, sino sobre el cual, además, llueve sobre mojado. Todavía es pronto para saber cuando saldrán los primeros rayos de sol que evaporen la crisis que ha caído sobre el Partido Laborista británico. No obstante, según la propia prensa escocesa, hay alguien a quién todo esto no sólo no le está perjudicado, sino que además está contemplado cual simple espectador un espectáculo que le beneficia enormemente. Y es que Alex Salmond con las gotas caídas se lava las manos."

domingo, 4 de mayo de 2008

Nessie escondido

Edimburgo y todas las Lowlands (Tierras Bajas) de Escocia pueden impresionar profundamente al visitante mediterráneo cuando se acerca por estos lares debido a lo súmamente verdes que son. Todo es verde-verdísimo aquí, desde los paisajes hasta los jardines de los cementerios. Yo diría que hasta el moho es más verde. Pero ya para verde, hipermegaverde del todo, tienen las Highlands (Tierras Altas), que es donde están las islas y las ciudades importantes del noroeste -como Inverness- y, por supuesto, los grandes lagos de Escocia. Entre ellos, el famosísimo Lago Ness (en inglés, Loch Ness, pues NO se dice Ness Lake).

¿Pero por qué es tan famoso el Lago Ness?, ¿qué tiene para ser tan conocido en todo el mundo? Desde luego, la pregunta es estúpida... ¿pues qué va a ser sino?: el archífamosísimo Monstruo del Lago Ness, Nessie para los amigos.
Y ahora viene la pregunta (espero) inteligente: ¿¿¿por qué narices se ha montado el tinglado que se ha montado en torno a una simple leyenda??? Sí, ya, ya; a eso se le llama "turismo", "dinero", "merchandising"... lo que prefieras. Pero... la cuestión es... ¿y la gente se toma realmente en serio TODO lo que ofrecen a los turistas?

"Ven a vivir la aventura del Lago Ness" / "Ven a descubrir a Nessie" / "Descubre las maravillas escondidas del Lago Ness en el Museo de tal pascual"...

Y bla, bla, bla....

O sea, lo que me resulta increíble es que se pueda montar tanta parida por un bicho que... ¡¡¡ni siquiera existe!!! A ver, el lago es muy bonito, y el más profundo de Escocia -creo-, eso no lo vamos a negar, pero es un simple lago, carajo. Dan ganas de coger a uno de los tantos turistas que pagan por ello y decirle: "Pero no seas patán, no dejes que te saquen los cuartos, ¡que es un puto lago!"

Tengo una amiga aquí en Edimburgo que se pasa el día sola en casa, especialmente los fines de semana, porque su novio, que es guía turístico, se pasa los días enteros Loch Ness "pa'rriba", Loch Ness "pa'bajo" vestido con kilt y gaita para goce y recreo de los turistas.

Si los turistas supieran como mi amiga o su novio escupen las palabras "Lago Ness" cada vez que salen por su boca...

Por cierto, el otro día estuve por allí pero Nessie siguió escondido, como siempre. No pasó nada de lo que sale en la peli de The Waterhorse (¡qué decepción!). Debe ser que es tímido.