Manel, únicos

Antes de que se me pasen los días y no venga a cuento, como me ocurre cientos de veces, quería comentar que este lunes estuve en el concierto que el grupo Manel dio en el Palau de la Música de Barcelona (sí, el lugar saqueado por Fèlix Millet) con motivo del XI Festival del Mil·leni y que en principio será el último de la gira: Extraordinario, espectacular. En primer lugar porque actuaban dentro un contexto extraordinario ya que tanto la estética del lugar como la acústica que permite son increíbles (lástima de Millet) pero, sobre todo, porque estos chicos han demostrado ser unos grandes artistas. Solo los músicos de verdad son capaces de sorprender de esa manera al público y llevarlo hasta la estratosfera del éxtasis, como pasó el lunes en el Palau: con coro de hombres y orquesta de viento incluidos. Por no hablar de la interactuación con el público en las Corrandes de la parella estable, que fue muy divertida: Una corranda es una composición catalana que se canta en grupo, de rima - A- A, donde cada miembro del mismo improvisa los dos primeros versos mientras que los dos últimos se mantienen. Por eso, habitualmente cuando terminan de interpretar la "letra oficial" de la canción, los Manel invitan al público a subir al escenario y a crear sus propias composiciones. Ante un acto tan arriesgado solo se pueden esperar dos cosas: O un fracaso rotundo o un éxito total. Creo que queda claro cuál es el resultado en este caso.

No me extraña que, aún cantando en lengua catalana, actúen incluso en Madrid y les lleguen premios desde Cáceres (un señor de allí les fue a entregar el premio en persona durante la interpretación de las Corrandes).

Por cierto, muy buena también la actuación de Joan Miquel Oliver, compositor de Antònia Font, que le antecedió.