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En enero de 1937, con la ciudad asediada por las tropas franquistas y duramente castigada por los bombardeos de la Legión Cóndor alemana, en el cine Barceló de Madrid se estrenaba Historia de dos ciudades de Jack Conway, recreación cinematográfica de la popular novela de Charles Dickens sobre la época de la Revolución Francesa. Este título resume a la perfección la trágica experiencia que compartieron las ciudades de Madrid y Barcelona durante los años de la Guerra Civil (1936-1939). Ambas ciudades, frecuentemente confrontadas y en constante competencia dentro de los ámbitos políticos, económicos, culturales y deportivos, se enfrentaban conjuntamente a su reto colectivo más importante: combatir la máquina bélica del fascismo. La tentativa de golpe de estado militar del 18 de julio de 1936 contra el legítimo Gobierno republicano, desembocó en una cruenta guerra civil que significaría el primer enfrentamiento en los campos de batalla entre fascismo y democracia, un enfrentamiento que se convertiría en prólogo de la II Guerra Mundial.
En ambas ciudades, Barcelona y Madrid, el golpe de estado fracasó por la división dentro del Ejército y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, así como por la respuesta popular al levantamiento militar. Pero la victoria sobre los golpistas abriría un nuevo escenario bélico donde Madrid pasaría a ser, durante los primeros meses de la guerra, la primera línea de combate entre los dos ejércitos, como consecuencia de los deseos de los militares rebeldes de conquistar la capital de España para acelerar el fin de la guerra. La heroica resistencia de Madrid tomó tintes legendarios, con lemas como “No pasarán” y “Madrid será la tumba del fascismo” que entrarían a formar parte de la Historia en mayúsculas del siglo XX. En este contexto, Barcelona en particular, y Cataluña en general, respondió de la única manera posible ante un combate a vida o muerte: con la solidaridad. Las campañas de ayuda militar y humanitaria de Barcelona hacia Madrid fortalecieron los lazos entre las dos ciudades, ligando la suerte y el destino de ambas a una imposible victoria sobre la superior maquinaria bélica fascista".
Este extracto lo he sacado del resumen de la exposición "Defensar Madrid és defensar Catalunya: solidaridad en tiempos de guerra (1936-1939)" que el Centre Cultural Blanquerna (centro cultural y librería de la Delagación de Cataluña en Madrid) ha puesto en marcha y que se podrá visitar entre el 5 de mayo y el 31 de julio de 2009.
Yo todavía no he acudido a visitar la exposición, pero ha caído en mis manos un ejemplar del catálogo de la misma y creo que puede resultar bastante interesante; no ya por tratarse de una recopilación de carteles propagandísticos (hecho de un importancia histórica y artística indudable), sino, sobre todo, porque nos muestra una fraternidad entre Cataluña y Madrid, o entre Barcelona y Madrid, más que envidiable en estos días. Además, me parece más que significativo que este centro de difusión de la cultura catalana en la capital intente acercarnos a ella convirtiendo a la propia ciudad que lo acoge en protagonista de sus actos.
Así que si estáis por los madriles y queréis acudir, la dirección es:
C/ Alcalá, 44 (entre el Caja Madrid y el Círculo de Bellas Artes).
Y la web:
http://www.ccblanquerna.cat/cas/index.aspx